Los padres pueden ayudar al niño a controlar su cuerpo y por tanto, a prepararles para la escritura con una serie de ejercicios: desplazarse “vivenciando” las nociones arriba-abajo, delante-detrás, a un lado-a otro (izquierda-derecha), dentro-fuera-alrededor, junto-separado y principio-medio-final, a través de órdenes sencillas o siguiendo divertidos circuitos. También pueden los niños, jugar a la petanca, intentar encestar aros en un pincho, tirar piedrecitas para dar a un bote, seguir el recorrido de un objeto con la luz de una linterna, reproducir estructuras espaciales con juegos de construcción, juguetes o elementos de la naturaleza (p.e. hacer seriaciones intercalando piedras y conchas), ensamblar rompecabezas… le ayudará a que reconozca más tarde la dirección, organización y situación concreta de los diversos trazos y que conozca el principio, el orden y el fin de una sucesión de movimientos. Y sin darnos cuenta surgirán los trazos de forma espontánea, simplemente porque le...